Viajar no tiene edad

Viajar no es solo cosa de jóvenes. El cambio de mentalidad experimentado por los mayores en España en las últimas décadas ha impulsado el llamado «Turismo Senior». Buena calidad de vida, inquietud y ganas de nuevas experiencias son sus principales motivos. Ahora, las bolsas de viaje sufren más el paso de los años que las personas.

Víctor M. Romero

«¿Te imaginas que alguna vez podamos hacer lo mismo que los alemanes y con tanta facilidad?» Esta pregunta se la hizo hace 30 años Carmen Estévez (66 años)  a su marido haciendo cola para entrar en un centro cultural durante un viaje. Por aquel entonces, los españoles que hacían turismo eran pocos y, según recuerda, «era raro encontrarte con alguien de España». En la actualidad todo ha cambiado. Una parte muy importante de los que antes eran jóvenes y tenían pocas oportunidades de salir de casa para descansar y conocer nuevos destinos ahora quieren vivir esta experiencia . Sus menores obligaciones y el mejor estado de salud con el que han llegado a esta edad se lo permiten. Es el denominado turismo senior, ese colectivo de adultos mayores de 55 años que configuran un grupo de personas de espíritu joven y abierto con un nivel económico estable.

 

 

Para llegar a este punto de evolución han tenido que pasar muchos años y un cambio de mentalidad muy importante. Iniciativas públicas como los viajes del Imserso en España también han sido fundamentales para generar este cambio de mentalidad.

Según explican María Elisa Alén González, Trinidad Domínguez Vila y Adriana Fraíz García, de la Universidad de Vigo, en el artículo publicado en la revista Cuadernos de Turismo de la Universidad de Murcia titulado «El turismo Senior como segmento de mercado emergente», las mejores condiciones de vida han permitido que ese tiempo añadido o vida prolongada se viva de una forma más satisfactoria, con mejor salud física y mental.

 

 

«Además –prosigue el artículo– se han producido una serie de cambios sociales que a su vez han producido variaciones en las formas de vida de los mayores, su visión de la misma, sus comportamientos, actitudes, hábitos, intereses, gustos e incluso de la propia identidad, respecto a las generaciones anteriores».  En este sentido, las personas mayores han reivindicado nuevos valores como el ansia de realización personal, reclamando el derecho a vivir una vida plena después del período activo, no como una mera antesala de la muerte, sino como un tiempo conquistado a la muerte para ser disfrutado.

 

 

Carmen Estévez es muy consciente de estos cambios y, pese a que ha viajado toda la vida, «viajar es algo que me pide el cuerpo todavía». Sus motivos: «romper con la rutina, seguir teniendo ganas de ver cosas nuevas y ver como, a pesar de que empieza la cuenta atrás de nuestra vida, sigues teniendo fuerza e inquietud por seguir conociendo nuevos lugares y experimentar cosas nuevas».

 

Este viajero busca buena comida, distancias cortas en excursiones y exigen cultura, tienen un ansia de aprender mayor a otras generaciones

 

En el fondo, los mismos motivos de cualquier persona joven. Para Rafael Alcayna, secretario general de la Asociación Valenciana de Agencias de Viajes de la Comunidad (AEVAV), «la motivación dista muy poco de la que tienen el resto de generaciones. Eso sí, buscan buena comida, atención sanitaria, alrededores interesantes, distancias cortas en excursiones y, al contrario de la creencia que dice que sólo quieren ir a bailar (que me parece fantástico ) exigen cultura, tienen un ansia de aprender que ya la podrían tener otras generaciones».

 

 

Sobre este aspecto, tanto Carmen Estévez como Paula Pérez (59) coinciden, ya que la mayoría de los viajes que hacen y preparan tienen una base cultural. Por ejemplo, Paula Pérez viaja en pareja con su marido y siempre buscan destinos con historia y un patrimonio cultural e histórico importante e interesante. «Bilbao, París, o Roma, por ejemplo, son destinos que nos atraen porque tienen historia, actividades que hacer y recorridos que ver», explica Paula, al tiempo que enfatiza que las comunicaciones para llegar desde Alicante también influyen en su toma de decisión. Carmen Estévez, por su lado, viaja más en grupo y todos los años participa en los viajes que organiza la Universidad Permanente de la Universidad de Alicante (UPUA). «Cuando hacemos estos viajes siempre tienen un compomente cultural y, de hecho, antes de los viajes solemos participar en un seminario de unos tres días sobre el destino que vamos a visitar para conocerlo mejor y tener información de antemano. Vemos el país y el destino con otros ojos como hicimos al hacer el viaje “Por las tierras del Imperio Carolingio” en países como Bruselas, Luxemburgo, Alemania, Holanda y Dinamarca».

 

 

Sin embargo, el turismo de vacaciones para el senior español no es sólo al extranjero. También se hace turismo a pocos kilómetros «visitando la ruta de los Castillos del Vinalopó, por ejemplo», detalla Carmen Estévez.

 

 

Tomás Mazón, profesor de Sociología del Turismo de la Universidad de Alicante y director de la Cátedra Pedro Zaragoza, no es partidario de definiciones a la hora de hablar de Turismo Senior, ya que el factor edad tan sólo es determinante en los casos como los de los viajes del Imserso donde «sí marca la necesidad de tener cierta edad para poder sumarse o beneficiarse de viajes organizados para este colectivo».  En su opinión, la política de los viajes patrocinados por el IMSERSO «es todo un acierto para que personas mayores, con pocos o escasos recursos económicos, puedan hacer un viaje turístico que les permite mejorar su calidad de vida y romper, aunque sea por unos días, la monotonía que les impone la vida cotidiana».

 

Políticas como los viajes del Imserso han quitado el miedo a viajar de los mayores, reduciendo las distancias que había entre los adultos foráneos y los nacionales

 

Por ello e independientemente de la edad, para Tomás Mazón el Turismo Senior es el que se ve, por ejemplo, en «personas con edad avanzada practicando una amplia variedad de modalidades turísticas en las que la edad no importa. Así podemos ver autobuses repletos de gente mayor recorriendo las ciudades italianas en lo que se conoce como turismo cultural, o a bordo de un crucero por el mar del Norte o el Egeo, o tomando el sol en una playa de Malta».

 

 

En España, la evolución del denominado Turismo Senior nacional ha ido muy unido al programa de viajes del Imserso. Según Rafael Alcayna «el programa ya ha cumplido 28 años y de los 16.000 plazas que se lanzaron en la temporada 1985-1986 se llegó a un récord de 1,2 millones en la temporada 2009-2010. Este programa juega en nuestra provincia (Alicante) un papel fundamental, yo diría que imprescindible, a todos los niveles, comercios, hoteles, restauración, agencias de viaje,…».

 

 

Pero no sólo son beneficios desde un punto de vista económico. Entre los efectos positivos del ocio en la vida de los mayores, Lee y Tideswell destacaron en el año 2005 en un estudio la satisfacción con su vida. Según explicaban, viajar puede ser una experiencia enriquecedora para los seniors al proporcionar un cambio en la rutina diaria así como el beneficio de nuevas experiencias. «La actividad turística implica movimiento/desplazamiento hacia un lugar diferente al de la residencia, una forma o manifestación de ocio, descubrimiento, interacción con el ambiente, contacto intercultural e interacción social», concretan María Elisa Alén González, Trinidad Domínguez Vila y Adriana Fraíz García recogen en su artículo.

 

 

Además del aspecto cultural y e ocio otro de los motivos que ha «obligado» a viajar a muchos mayores que no lo había hecho antes es el de ver a la familia. La salida de españoles a otros países en busca de trabajo es lo que incentivó a Antonio Rando (72) salir de España a Cambridge y a Colonia para ver a dos de sus hijos. «Fue una experiencia distinta, que no había hecho antes. Me gustó, pero creo que si no es por el hecho de tener a mis hijos aún no habría salido fuera de España».

 

España, un destino para mayores

El Imserso ha sido uno de los motivos por los que los destinos turísticos han tenido que adaptarse para acoger a las personas mayores tanto nacionales como extranjeros. Fuentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo aseguran que «los destinos están trabajando por ser destinos accesibles y tener una oferta cultural, gastronómica y de compras interesante fuera de la temporada alta que muestre, sobre todo en los destinos de costa, atractivos más allá del sol y playa».  Según datos del programa «Europe Senior Tourism»  el 97,1% de los seniors extranjeros encuestados y participantes afirmaban que tenían intención de volver a España.

 

 

Turismo, viajar y vacaciones son aspectos que van de la mano. Y ahora, por suerte, están poco influidos por la edad de las personas.

Los senior extranjeros, más experiencia y recursos

Las diferencias entre los mayores españoles y los de fuera a la hora de viajar se han reducido. La más importante es el factor económico

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Víctor M. Romero

El desarrollo económico y social que ha experimentado España en las últimas décadas ha igualado el nivel de vida de sus habitantes con los del resto de Europa. Debido a ello, las diferencias a la hora de viajar entre los mayores españoles y los europeos son mínimas. Según explican desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, responsable del programa «Europe Senior Tourisme» consistente en potenciar el turismo en España de residentes en los países de la Unión Europea a partir de 55 años durante la temporada media y baja, «hay diferencias en los hábitos de los seniors según la nacionalidad, pero nada destacable». A pesar de esto, según detallan estas fuentes del Ministerio, «donde sí encontramos diferencias con respecto al programa del Imserso, que está dirigido a españoles en España, es en el factor económico, donde los hoteleros estiman que el gasto de los seniors europeos en sus establecimientos es superior al de los nacionales, casi duplicándose».
Algo lógico y que confirma Tomás Mazón al señalar que «no es lo mismo la pensión de un jubilado alemán o noruego que la de un español». Por el contrario, en lo que sí se ha igualado es en la facilidad que tienen nuestros mayores a la hora de viajar con respecto a las décadas anteriores. «Los mayores de la Europa desarrollada –aún tratándose de obreros– en las décadas de 1960, 1970 ya salían de sus países como turistas, mientras que a los españoles hacer turismo estaba muy alejado de sus posibilidades».
El programa «Europe Senior Tourisme» que se inició en octubre de 2009 ha permitido la llegada a España de 140.000 personas de 16 nacionalidades diferentes a España.

«El turismo de mayores es muy rentable socialmente»

Tomás Mazón. Profesor de Sociología del Turismo y Director de la Cátedra Pedro Zaragoza.

 

V.M. Romero

­¿Cómo ha evolucionado el Turismo Senior en los últimos años?
Los cambios originados en las generaciones de adultos se traducen en modelos de vejez diferentes. Esta situación afecta muy positivamente al turismo. Todavía se sienten jóvenes, vitales y con muchas ganas de vivir. La política de los viajes patrocinados por el IMSERSO es todo un acierto para que personas mayores, con pocos o escasos recursos económicos, puedan hacer un viaje turístico que les permite mejorar su calidad de vida y romper, aunque sea por unos días, la monotonía que les impone la vida.


¿Ha afectado la crisis?
Su evolución en los últimos años ha ido a menos, en primer lugar por el recorte que se ha producido por parte del Estado en las partidas presupuestarias para este colectivo. Asimismo, las personas mayores, ante la mala situación en la que se encuentran millones de familias, ayudan con sus pensioenes a sus hijos o a sus nietos, por lo que son muchos los mayores que se han visto obligados a suprimir los viajes turísticos.

¿Hay diferencias entre el viajero adulto mayor español y el europeo?
No tengo información sobre este punto. Eso sí, la diferencia estriba en su poder económico. No es lo mismo la pensión de un jubilado alemán o noruego que la de un español. También hay que decir que los mayores de la Europa desarrollada en las décadas de 1960, 1970 ya salían de sus países como turistas, mientras que para los españoles hacer turismo estaba alejado.

¿Qué papel juega el Turismo Senior en este sector económico en la actualidad?
El papel que juega el Turismo Senior en la economía de los centros turísticos creo que es importante por dos vías principales. En primer lugar se ha permitido romper con la estacionalidad en destinos como Benidorm. Y, en segundo lugar, al permanecer abiertos, se favorece el empleo del sector. Se podrá discutir si los beneficios económicos son muy altos o no lo son, pero socialmente, son muy rentables: Por el empleo que se genera y por las vacaciones que disfrutan nuestros mayores.

¿Cómo se han adaptado los profesionales del sector?
Los profesionales del sector se adaptan a todo tipo de cliente. No solamente atienden a las personas mayores cuando llegan a través del IMSERSO. Delante del mostrador o detrás de la barra del bar o en la mesa se sientan todos y a todos se les atiende. En cuanto a la rentabilidad económica es probable que no sea como para echar cohetes pero no sólo se pueden medir las cosas por su rentabilidad crematística. Hay que sopesar las ventajas sociales, como ya he dicho: el factor de higiene mental, conocimiento que le da de otras tierras y otras gentes, la terapia favorable para la salud que supone el turismo. No todo son los balances económicos. Hay que poner en la balanza otras cosas que son las que pueden hacer felices a las personas.

La experiencia es un grado

Antonio Asencio

 

«La vida ha sido el mejor profesor que he tenido»

Víctor M. Romero

Antonio Asencio Galiana, de 75 años, nació en Crevillent y ahora reside en El Campello después de haber vivido casi toda su vida fuera de España. Es alto y fuerte. En caso de no serlo, la vida, tal vez, hubiera sido distinta para él. Porque si algo destaca ahora es que ha luchado toda su vida. Empezó a trabajar a los 14 años en Argel, donde llegó a los 11 y donde al poco tiempo su madre falleció. Ahí apenas conocía a nadie. Ni siquiera el idioma. Años después, a los 19 y tras trabajar como mecánico voló hasta Francia para entrar en la aviación, mundo que le apasiona, para después volver a Tánger con su novia y ahora esposa. Luchó en la Gerra de Tánger durante años y después, cuando De Gaulle concedió la independencia en 1962, regresó junto a su mujer a Francia al no tener residencia en el Norte de África. En Francia trabajó como operario de coches y mecánico (toda su vida ha estado en contacto con los coches) hasta que regresó a España tres años para renovar todo el equipo técnico y de mecánica de un concesionario en Alicante. Regresó a Francia hasta que se jubiló en 2004 y, tres años después, logró afincarse en El Campello tras convencer a su mujer.

¿Cómo está tan activo?
Creo que es algo que lleva cada persona. Hay gente que prefiere estar más tranquila, pero a mí me gusta el movimiento y doy gracias por tener que hacer cosas todos los días. Soy el presidente del Club de Petanca de El Campello y presidente de la Unión Francesa de Antiguos Combatientes residentes en España (UFACRE).

¿Y cuál lleva más trabajo?
Son cosas muy distintas. El Club de Petanca es más social y hay que hacer mucho papeleo para los torneos mientras que el cargo en UFACRE es más política. Sin embargo tienen en común que en los dos hago amistades, salgo y me relaciono mucho con la gente. Tengo la suerte de que he encontrado en El Campello un lugar para vivir como si fuera mi casa.

¿Cómo ve la vida con la perspectiva de 75 años?
Nunca pensé que pudiera llegar a vivir como ahora. Y espero seguir así. Soy feliz y después de vivir casi toda la vida fuera de mi hogar, España, ahora estoy disfrutando del calor y del mar. No me puedo quejar: hago vida social, tengo muchos amigos, familia pero he luchado mucho durante toda mi vida. Desde los 14 años, la vida ha sido el mejor profesor que he tenido.

Y, además, ha viajado mucho…
Sí. He tenido la oportunidad de viajar mucho. Primero, entre España, Argel, Francia. Y después, ya por trabajo y por lograr los objetivos laborales, ganaba cerca de tres viajes al año. El deporte también me me ha ayudado mucho. Con el baloncesto, donde llegué a jugar en el equipo de Lyon, también viajé, pero un accidente de coche me impidió seguir jugando.

Y del futuro. ¿Qué espera?
Seguir como estoy. No pido nada más. Y poder seguir ayudando a los demás.